Carter Bryant: Más allá del box score
El alero de Arizona reconfiguró su juego para convertirse en una pieza rotacional muy interesante, con la capacidad de encestar con eficacia de tres puntos y defender al mejor jugador perimetral rival
Carter Bryant llegó a Arizona como un prospecto cinco estrellas, ampliamente considerado entre los 15 mejores reclutas del país. Sin embargo, en su única temporada con los Wildcats no logró consolidarse como una pieza de alto impacto debido a una combinación de factores. A diferencia de otros contextos universitarios en los que destacaron pares como Flagg, Maluach, Knueppel, Jase Richardson o Asa Newell, el entorno competitivo de Arizona—caracterizado por una plantilla experimentada con numerosos juniors y seniors—restringió considerablemente sus oportunidades.
Con una estatura de 2.00 metros y una envergadura de 2.12, Bryant forma parte de un selecto grupo de perfiles físicos privilegiados. Su mezcla de explosividad, aptitudes atléticas innatas y un marcado compromiso en el costado defensivo le permitieron generar impacto más allá de lo que sus modestas estadísticas podrían indicar. Incluso en minutos limitados, Bryant consiguió dejar una huella difícil de igualar dentro de su clase.
Carter Bryant en números
Edad de Draft: 19
Estatura: 2.00 m
Peso: 97 kg
Envergadura: 2.12 m
6.5 PTS | 4.1 REB | 1 AST | 0.9 STL | 1 BLK | 1 TO
59.2% 2P | 37.1% 3P | 69.5% FT | 59.3% TS%
Explorando su rol ofensivo
A primera vista los números de Bryant pueden parecer decepcionantes o muy por debajo de lo esperado para un pick de lotería, pero la realidad es que hay que ahondar más profundo en su juego para poder ver realmente su impacto y potencial como jugador. Su caso es bastante curioso. Llegó a Arizona tras una excelente carrera en secundaria donde, en su último año, promedió 22 puntos, 14 rebotes, 4 asistencias, 3 bloqueos, y 1.5 robos de balón. Pero lo más importante fue dar una idea a los scouts de cuál podía ser su posible rol. Esa versión de Bryant era la de un alero completo, “Point Forward”, una versión barata de Paolo Banchero. Ese Bryant comandaba la ofensiva, era generador de juego, se le pedía que funcionara de iniciador, pero también de finalizador, aunque sus porcentajes de tiro —un 32% en triples y por debajo del 45% de campo— sufrieron por esta carga.
Con una participación tan dominante, uno podría pensar que Bryant iba a tener un mayor impacto ofensivo en Arizona. Pero realmente no fue así, los Wildcats estaban repletos de talento ofensivo, y esto no solo disminuyó su rol, sino que incluso lo relegó a la banca. Encontrar un lugar en el equipo le costó tiempo, y también un cambio de chip interno donde debía asumir responsabilidades diferentes que nunca había hecho en su carrera. Defensa perimetral y off-ball, tiro eficiente, juego sin balón. Fueron las pequeñas cosas las que elevaron a Carter Bryant a la conversación de la lotería.
Bryant presume de las piezas fundacionales para ser un jugador de rol excepcional. Comenzamos por el ataque, donde realmente me gusta la versión en la que se ha convertido, un jugador eficiente, con buena selección de tiro y que no gasta posesiones buscando ser el héroe que supo ser en la secundaria. Su distribución de tiro sumado a la eficiencia habla muy bien de la capacidad para saber cumplir un rol. Esta temporada tiró un 38% en tiros de tres puntos, 76% desde cerca del aro, pero tan solo 70% de la línea de tiros libres. Su selección de tiros es espectacular, con el 60% de sus tiros viniendo de 3 puntos y el 23,3% At the Rim, es decir, no desperdicia tiros en la media distancia cuando su rol de juego le pide otra. Como si fuera poco, mantiene esta dieta de tiro con una eficiencia cerca de lo élite (59,8 TS%). Son detalles que construyen un perfil complementario ideal para la NBA moderna.
Como anotador su mejor faceta es el tiro exterior. Los números lo respaldan, 37% de acierto con 39% en el catch and shoot y 46% cuando recibe sin marca. Su mecánica de lanzamiento es fluida, sin movimientos extraños ni detenciones. Esto lo ayuda a ser un buen tirador en movimiento o fuera de balance, que lo separa de quien solo acierta a pie firme. Esta capacidad puede evolucionar en triples auto-generados, aunque no se ha visto todavía.
El resto de su ofensiva es un trabajo en proceso. Ataca bien gracias a un primer paso explosivo y mucha fuerza de tren inferior. Aquí sí se ven sus raíces de HS donde la anotación interior fue uno de sus fuertes. Sus números cerca del aro son bastante alentadores, 76% de acierto At the Rim (100% volcadas, 58% bandejas). Los tiros non-dunks tienen un margen de mejora considerable, pero otra vez, el volumen es muy bajo como para tomarlo como medida.
¿Cómo llega Carter a estos tiros? Es momento de hablar de su proceso de juego, porque como dejé en claro, su rol ha sido secundario, en una faceta de finalizador, y con gran porcentaje de sus tiros viniendo desde más allá de la línea de tres puntos. Principalmente, Carter consigue sus puntos cerca del aro en transición o tras cortes. Tiene mucho trabajo por hacer con su dribbling, su repertorio aún es limitado lo que reduce su rol como generador desde el 1vs1. Ha mostrado buenos destellos como cortador, leyendo bien la espalda de los rivales, pero tiene que ganar consistencia en estas situaciones, ya que, de jugar al lado de un excelente creador puede llegar a aportar mucho en ofensiva a partir de estos movimientos.
Uno de los aspectos de su juego que pueden llegar a limitar su crecimiento o el ascenso a un rol más primario es la falta de habilidad para generar juego desde el pase, y el descuido de la pelota. Para ser un jugador con una tasa de uso relativamente baja (16 USG%) tiene un ratio AST/TO de 1.0 (8.3 AST% - 18.5 TO%). Estas cifras no son nada alentadoras, y contradicen de alguna manera la eficiencia ofensiva que hablé previamente. Entre todos los freshmen con un USG% menor al 20%, Carter Bryant está decimocuarto en AST/TO y décimo en TO%. Estas pérdidas llegan principalmente de pases erráticos o uso excesivo del pique para atacar el cesto. De corregir estos detalles, su rol puede comenzar a expandirse.
Defensor total
Si hay una faceta del juego donde Carter Bryant va a ganarse el pan es en el costado defensivo. Gran parte de su proyección nace en un potencial inmenso como defensa estelar. Felicitaciones a Arizona y Tommy Lloyd, que supieron utilizarlo en diferentes roles que le permitieron mostrar todo su repertorio. Bryant brilló marcando el punto de ataque, deslizando contra rivales más rápidos, bloqueando tiros desde el lado débil, irrumpiendo líneas de pase.
Sus números no son de otro mundo, un recupero y una tapa por encuentro no parecen ser suficientes para elevarlo a niveles de lotería. Pero no podemos olvidar que solo disputó 19 minutos por partido. Sus ratios son mucho más impresionantes. Con un BLK% de 5.8 y STL% de 2.8, Bryant fue junto a Joseph Tuggler y Thomas Sorber los únicos jugadores de primer y segundo año en alcanzar dichas cifras. Sus robos llegan principalmente en línea de pase, donde utiliza su capacidad atlética para reaccionar y recuperar la posición, y esto lo traduce en muchos puntos en transición.
Es realmente increíble ver su impacto en tan pocos minutos de juego. Es una característica que va mucho más allá del box score tradicional. Su BPM (Box Plus-Minus) es +7.5 y lo ubica noveno entre todos los jugadores de primer año de la nación. De los nueve jugadores que tiene por delante, es con diferencia el que acumuló una tasa de uso menor, lo cual destaca su gran impacto pese al tiempo limitado en cancha. En la faceta defensiva esto se va aún más, y no solo a nivel individual sino que también grupal. Bryant terminó con el cuarto DBPM (Defensive Box Plus-Minus) más alto de la generación con +4.3. Arizona también sintió su impacto, ya que permitió 6 puntos/100 posesiones menos con Bryant en cancha en comparación a fuera.
Este impacto se manifiesta de diversas formas, como ya se señaló. En el 1x1 es un defensa muy difícil de superar, se mueve de gran manera, con una fluidez lateral asombrosa, juega bajo control y sabe limitar las faltas. Alejado al balón ha sido efectivo con los robos, y muy rápido para las rotaciones, que se traducen en tapas desde el lado débil, donde hace uso de su excepcional vertical y longitud de brazos. Bryant supo mostrar todas estas condiciones físicas en el combine, donde de acuerdo al modelo de Nick Kalinowski (@kalidraft) logró un Combine Score de 91 gracias a excelentes resultados en los ejercicios de agilidad y vertical.
Bryant es muy fuerte con un tren inferior sólido, que le permite mantener su posición en la pintura, esto se ve en la actividad que muestra defendiendo el pick and roll, cambiando al hombre más grande y logrando que este no entre fácil a la zona. Lo realmente espectacular es la versatilidad que mostró en Arizona, es algo que puede traducirse a un rol importante en la NBA, léase Toumani Camara.
El discurso de venta
Carter Bryant es un alero de 19 años con unas condiciones físicas increíbles, tenacidad de juego, grandes medibles, y excelentes resultados atléticos. Además, en ataque puede abrir el campo con un gran tiro de tres puntos que nace de una mecánica sólida, trabajada, y repetible. Corre muy bien la transición, y en defensa puede amoldarse a diferentes roles gracias a su fortaleza física, tamaño, y agilidad de movimientos. Tiene un gran margen de mejora, pero aparenta un suelo muy alto si su rol se reduce a ser un finalizador y espaciador en ataque. Simple, efectivo, sabés que te puede dar, y existe la posibilidad que también pueda ser mucho más.