Cody Williams y el arte de hacer de todo
Con la mejor combinación de cualidades físicas y mentales, Cody Williams busca ampliar su juego para elevarse entre los candidatos al top 3 del Draft
"En el vasto taller de la vida, poseer un conjunto de herramientas es similar a tener un potencial ilimitado. Sin embargo, la verdadera maestría no surge simplemente de las herramientas a mano, sino de la sabiduría para manejarlas con propósito y habilidad."
Nacido en California y proveniente de una familia con sangre deportista, Cody Williams presenta uno de los casos más interesantes de cara al Draft de la NBA 2024. El hermano menor de Jalen Williams transita su temporada de freshman con Colorado Buffaloes, luego de haber sido un recluta cinco estrellas salido de la secundaria Perry de Arizona. Williams fue de los principales prospectos de la clase 2023 y a pesar de altibajos y algunas lesiones, ha mostrado cosas muy interesantes en su primer año colegial. Hasta el momento promedia 15 puntos, 3.5 rebotes, 1.9 asistencias, 1.6 robos+tapas, con un 61% en tiros de dos puntos, 50% en triples, y 67% en libres con un TS% de .651
A sus 19 años, Williams puede presentarse al Draft como uno de los jugadores con la mejor combinación de herramientas físicas e intangibles de la clase. Actualmente posee 2.03 de estatura con un alucinante 2,18 de envergadura, un verdadero espécimen físico con un medibles ideales para la posición. En el lado negativo del espectro se encuentra que pesa tan solo 85 kilos. Visiblemente delgado en la cancha, esto le ha quitado mucha fisicalidad a su juego, por lo que tiene que resolver utilizando otros recursos.

A pesar de su corta edad, Cody Williams es un estudioso del deporte que juega a un altísimo nivel intelectual, y con una velocidad de procesamiento de las acciones impropias para alguien de 19 años. El de Colorado parece veterano en la cancha por sus movimientos y lectura de juego. Se mueve lento pero preciso, ejecuta rápido pero sin adornos innecesarios, sabe cuándo, cómo, y hacia dónde atacar cuando las defensas hacen las rotaciones, ubica bien al compañero libre, defensivamente es ágil para rotar y recuperar con los tiradores, lee muy bien las líneas de pase. Y ojo, todavía no me he adentrado en -nada- de las cualidades técnicas de Williams, hasta ahora solo destaco los aspectos mentales de su juego, porque me parecen un gran punto de partida para desglosar el resto de su repertorio.
Un jugador de tres fases
Vamos a arrancar en orden, imaginemos que los Buffaloes pierden el salto inicial, por ende comienzan defendiendo. Este análisis se va a formar en tres facetas, que imitarán algunas de las fases que se dan en un partido real; defensa-transición ofensiva-ataque estacionado-. Un gran indicador del talento global de Williams, es que me parece un jugador de impacto en las tres facetas mencionadas.
Una de las razones para tal impacto es gracias a lo que mencionamos como punto de partida de su juego; es alguien inteligente que sabe cómo y cuándo accionar para afectar el juego de forma positiva. Eso, sumado a una condición física intachable, zancadas largas para correr la cancha, brazos largos para robar balones, y una vertical envidiable. Sin más dilación, es hora del salto inicial, y que la naranja se ponga en marcha.

El cuándo y dónde
Los Buffaloes ( o el equipo de NBA que desee el lector) comienza el partido en defensa. Ataque estacionado, 5v5, y comienza el baile. Probablemente encuentres a Cody Williams alejado del balón, tomando un alero, mientras el base rival corre la ofensiva. Williams hace un gran trabajo manteniendo la vista sobre su hombre y sobre la pelota. Siempre atento y activo. En todos los juegos que vi de Colorado para realizar el scouting, nunca encontré a Williams distraído y perdiendo la referencia de su asignación. Allí ya está el primer gran plus, y es que para ser un defensor correcto en la NBA, donde hay ofensivas de tanto tempo y movimiento, es obligatorio ser inteligente cuando uno está alejado del balón, no regalar oportunidades a sus rivales.
Continúa el ataque, Williams sigue alejado del balón, pero ahora la ofensiva rival juega un pick and roll y deciden atrapar, por ende, el pívot queda solo entrando a la zona pintada. Pausamos, y llegamos al segundo punto que tanto me gusta de su juego; la velocidad de las rotaciones. Acá es donde entran en juego dos aspectos que ya hablamos, y se combinan para actuar en la cancha. El primero es la actividad sin balón y el constante movimiento, sumado al IQ para leer la ofensiva rival y saber cuándo moverse y a dónde hacer la rotación. El segundo aspecto es el físico, sus brazos largos y gran recorrido en la zancada también hace que llegue siempre a tiempo, y poder irrumpir el ataque rival.
Vamos avanzando, la ofensiva rival ya ejecutó su acción. Williams se mantuvo alejado del balón, ya hizo una rotación muy certera y a tiempo para detener la caída del pívot rival. Este, con balón en mano, decide abrir al tirador, al que un compañero de Williams rota e impide el tiro abierto, por lo que la ofensiva opta por un pase extra. Ahora es turno de Cody recuperar al hombre libre. Vamos de nuevo, esta es una situación en la que debería haber una mejoría en su accionar para poder ser servicial contra ofensivas rápidas. Muchas veces, en el afán de cerrar, llega desacomodado, o entregando un lado al atacante, y lo quiebran fácil. Su posicionamiento muchas veces no es bueno, se mantiene muy erguido y no baja el centro de gravedad para estar pronto para el rompimiento.
Pero imaginemos que cerró bien, y ahora llegamos a la última faceta defensiva, el 1v1. Acá me encanta el trabajo que hace Williams, porque tiene un desplazamiento lateral ágil y siempre se mantiene en frente a su atacante. Además, los brazos largos cierran muy bien los caminos, y también molestan el tiro del rival. Cody forzó el lanzamiento, el rival erra, Williams toma el rebote, y pasamos a lo que sigue.
Me voy a poner caprichoso, pero me gustaría que en un futuro pueda transformar su impacto defensivo en algo mucho más tangible, que se traduzca en productividad estadística. 0,8 recuperos y 0,7 tapas para un alero con 2,18 de envergadura me deja sabor a poco. No es un factor que mueva mucho la aguja en mi evaluación de su juego defensivo, pero sin duda es algo que me gustaría ver más de su parte.
Imparable en transición
De los mejores jugadores de la nación en esta faceta del juego. Acá voy a tener que hacer trampa, porque en transición destaca de maneras diferentes, que no entran en una sola jugada; como pasador y como contraataque de un hombre. Es el mejor jugador del roster tomando el rebote e impulsando la pelota para salir rápido, muchas veces no se traducen en asistencias, pero es un iniciador de ofensiva incansable que no para de empujar el contraataque. Y la mejor parte, lo hace con una precisión admirable. Aún cuando opera a alta velocidad, es capaz de ejecutar casi a la perfección. Me fascina su nivel de madurez para parecer un base veterano con un repertorio sobrio y seguro. No fuerza pases, no quiere meter la bola en lugares donde no hay espacios. Seguro, eficaz, preciso, ese es Cody Williams.
Si Williams no actúa como pasador, no tengan duda que va a ser determinante como definidor. Cody está en el percentil 98 en puntos por posesión en transición, con 1.67 p/poss. Este es un número elite, que llega con un 66% de True Shooting. Nuevamente son la variedad de recursos que posee lo que lo convierte en alguien tan determinante. Si bien no es un atleta super explosivo para correr la cancha, es alguien que a su ritmo se va acomodando para poder encontrar el espacio para definir, y una vez cerca del aro es muy improbable verlo fallar.
En búsqueda de su rol ideal
Uno de los desafíos más complicados a la hora de hacer un reporte sobre un jugador es lograr determinar un posible rol en la NBA. Hay factores que hacen aún más difícil esta tarea, como el contexto del equipo, el uso en cancha, el nivel de los rivales, los sistemas defensivos/ofensivos, etc. Williams no logra establecer un rol; no es iniciador natural, porque juega junto a KJ Simpson, no es un tirador de volumen, porque Colorado prefiere buscar a Tristan Da Silva, y no trabaja en el interior porque está el inamovible Eddie Lampkin. Por ende, Williams tiene que aprovechar cada repetición en cada rol para mostrar su talento.
Cuando le toca manejar la pelota, realmente sorprende -y permitan la repetición- la inteligencia con la que juega en la cancha. Suple la falta de fuerza o capacidad atlética con el saber cómo y cuándo ejecutar. Cuando en Colorado le otorgan repeticiones como manejador de balón en situaciones de cortina directa, muestra que sabe utilizar muy bien la manipulación para enganchar a los defensas en las cortinas. Es alguien difícil de descifrar por la multitud de recursos que tiene una vez en situaciones de PnR.
Como se mencionó previamente, a pesar de lo que parece, no te va a abrumar con velocidad de punta o un cambio de dirección que te deje plantado. Más bien es alguien que trabaja con movimientos cerebrales, que le gusta jugar con la defensa a base de cambios de ritmo, frenos y aceleraciones, dribbling del balón bien bajo, imagínese un estilo Bojan Bogdanovic, Malcolm Brogdon. El control total que tiene del bote del balón es clave para poder desarrollar su juego de la manera que lo hace.
Williams es un verdadero killer cuando tiene que agarrar a las defensas en movimiento. Nuevamente, no es el jugador más rápido y no va a abusar del rival con un primer paso explosivo. Es más, sucede mucho que defensas más ágiles son capaces de recuperar por la falta de explosividad de Williams. Pero Cody procesa el juego a alto nivel, y es alguien que entiende a la perfección qué es lo que la defensa le está otorgando. Ya sea un ángulo para atacar, la sobrecarga de su mano inhábil, o un cierre pasivo para permitirle tirar. Acción-Reacción. Cody saca fácilmente de balance a sus rivales con movimientos sutiles basados en la posición de su marcador.
Su rol como anotador
Conectando con el punto anterior, Williams es alguien que llega muy bien al aro, y a un ratio que me encanta. El 38% de sus lanzamientos son cerca del aro, y lo hace con una eficiencia asombrosa; 68% de conversión. Cuando llega a fondo tiene una buena utilización de ambas manos, no muestra dificultades para atacar por derecha o por izquierda. Muy creativo también para definir cuando aún tiene la defensa cerca. Su toque es verdaderamente bueno, rozando lo elite en esta clase de draft.
Su tiro exterior sigue siendo un trabajo en progreso; la muestra en lo que va de temporada es pequeña, pero ha encestado con gran acierto en los pocos lanzamientos que ha tomado. Lleva lanzados 3.8 3s por cada 100 posesiones, una cifra muy baja para juzgar su efectividad. De todas formas, si nos quedamos con el crudo, promedia un 50% en triples (11/22). Desde mi punto de vista, existe un indicador que dice que ese 50% de acierto es un espejismo más que una realidad, y es el 67% en tiros libres que lleva hasta el momento (29/43). No confío mucho en su triple si no puede mantener un 75% o más desde la personal.
Su rol como pasador
Es el aspecto que más me gusta de Williams, y lo que lo puede convertir en una pieza conectiva muy importante en el futuro. Si bien el número de asistencias no deslumbra, Cody Williams es un pasador muy capaz y hábil. No solo por cantidad de pases, sino por la calidad de oportunidades creadas para sus compañeros. Seguimos en la misma línea que antes, Cody es un jugador muy cerebral, que sabe leer defensas a un ritmo impropio para un jugador de 19 años con 11 partidos de experiencia colegial. Actualmente promedia 1.9 asistencias x 1.9 pérdidas de balón. Dado su rol, no es un número que espante mucho, más sabiendo que se trata de un alero que no es el creador principal de los Buffalos.
Pero más allá de los números, me fascina verlo leer el juego. Encontrar el hombre libre a dos pases de distancia, utilizar las cortinas y ejecutar bien al roll-man. Atacar y descargar con suma facilidad, siempre con cabeza levantada y siendo preciso -en ejecución y en tiempo- para dejar libre a sus compañeros.
En el ataque sin pelota también muestra indicadores que puede ser un gran conector ofensivo y jugar en diferentes contextos. Williams brilla como cortador. Su inteligencia y pienso sobre el parqué le permite identificar aquellos defensas que están “dormidos” mirando el balón, y este aprovecha para encontrar los espacios vacíos. Es sumamente activo cuando juega sin pelota, entiende que su rol no es esperar a recibir para tirar, sino que tiene que ser partícipe de la ofensiva para que las cosas sucedan.
Conclusión
Mucho se habla de los diamantes por pulir, que necesitan trabajo para brillar. A mi me gustaría usar una analogía diferente, y tratar a Cody Williams como una caja de herramientas incompleta, pero con los espacios para colocar aquellas que son necesarias. Williams tiene todo para ser un gran jugador NBA, desde las cualidades físicas, hasta las mentales. Y vuelvo a insistir en este punto. Cuando hay un freshman de 19 años que procesa el juego al nivel de Williams, el stock SE COMPRA SIEMPRE. El skill más fácil de trasladar a la NBA es la inteligencia, y eso le va a permitir hacerse su hueco siempre.
Ahora, Williams no es el jugador perfecto, y necesita mucho trabajo en su juego técnico. La mecánica de tiro tiene mucho por progresar. Si bien no me considero un instructor de tiro, y ese apartado es algo que sigo trabajando en mi aprendizaje como scout, veo aspectos a pulir. La base del tiro es muy angosta, y el soltado es bajo y lento. Lo positivo es la constancia de la mecánica, cada lanzamiento sale igual al anterior, sea la situación que sea; un defensa cerrando, salida de cortina, un pull-up. También existen preguntas sobre si su falta de explosividad y atletismo le pesarán negativamente a la hora de dar el salto. Y lo mismo si el tiro no se traslada o si no logra mantenerlo pero a mayor volumen.
Williams tiene muchas herramientas de las necesarias para trabajar y brillar en la liga. Necesita agregar a su juego, pero parte con una base sólida que merece ser tenida en cuenta. Difícilmente lo veo cayendo del pick 10, una vez avanzada la temporada y lleguemos a época de draft. Tampoco me sorprendería verlo tomar la ruta de su hermano, y quedarse unos años en college a trabajar su juego. Lo que sí es seguro, es que Cody Williams es un talento enorme que posee la cualidad más fácil de trasladar a la NBA; la inteligencia.