Reed Sheppard, el enigma de las estadísticas avanzadas
El guardia de Kentucky Wildcats pone sobre la mesa uno de los casos más interesantes de cara al Draft 2024: lograr unir una producción estadística histórica con sus habilidades y estilo de juego.
"Las estadísticas son simplemente resúmenes de realidades complejas. Para entender verdaderamente un tema, es necesario ir más allá de los números y comprometerse en un estudio exhaustivo."
Reed Sheppard (19 años, 1.90m, 85 kg) llegó para sacudir todos los cimientos de la realidad como la conocemos. ¿Exagero? Probablemente. Pero es un arranque necesario para que comencemos a entender la magnitud de su producción estadística en su primer año con los Wildcats. Sheppard juega en su casa. Nacido en London, Kentucky, y con pasado en la secundaria North Laurel, del mismo Estado. Llegó a los azules como un recluta top 50, calificado como “4 estrellas”. Ofertas no le faltaron, aparte de los Wildcats, también Louisville y Virginia intentaron hacerse con sus servicios, pero sin éxito, pues el hogar es donde uno tiene el corazón, y Reed no necesitaba ni armar las valijas.
De los mejores freshman ¿de la década?
Quizá tenga que pedir disculpas, las hipérboles se adueñaron de mí. Pero es que también son una hipérbole en sí los números que ha marcado Reed en su campaña de freshman. Hasta el momento (18/02) promedia 12.4 puntos, 4.3 rebotes, 4.2 asistencias, 2.5 recuperos, 0.8 tapas, 1.8 pérdidas de balón. Sus porcentajes de tiro son del 54% en dobles, 52% en triples, y 80% en libres, para un TS% de 69.1. Simplemente fabuloso. Quizá a primer golpe de vista no suena tan loco, 12 puntos y cuatro asistencias no hacen justicia a la propaganda que he hecho previamente, lo sé. Todo inicia cuando indagamos en sus números avanzados.
Reed Sheppard tiene un BPM (Box-Plus/Minus) de 11.4. Es -con mucha diferencia- el líder entre jugadores de primer año. Gracias al querido Bart Torvik vamos a expandir esta búsqueda a jugadores de primer año dentro de la base de datos (2008-2024). ¿Qué podemos encontrar? que Sheppard ha tenido una de las temporadas estadísticamente más productivas entre freshman de los últimos 16 años. Su 11.4 de BPM solo está por detrás de Zion Williamson, Anthony Davis, Chet Holmgren, Michael Beasley, Evan Mobley, Karl-Anthony Towns, Kevin Love, y James Harden. Podríamos jugar todo el día y generar filtros de búsqueda que dejen aún mejor parado a Sheppard. Por ejemplo, desde 2008 y entre jugadores de primer año, solo Reed y James Harden han conseguido un BPM de al menos +11 y un porcentaje de tres puntos mayor al 40%. Otro ejercicio similar; entre jugadores de primer año con al menos +10 de BPM, Reed Sheppard, James Harden, Lonzo Ball, y D´Angelo Russell son los únicos con al menos 40% en triples y un AST% de 20.

Hay muchísimos ejemplos similares, algunos que utilizaremos más adelante, pero la idea quedó muy bien plasmada. Reed nos deja en el compromiso de tener que ir mucho más allá de lo que pueda decir la planilla. Hay que entrar en su film en profundidad. ¿Cómo logra conectar sus habilidades con la producción?¿Cuán tangible en el transcurso del juego es su capacidad de acumular números? Estas son algunas de las preguntas que hay que hacerse a la hora de analizarlo. Sheppard es un verdadero acertijo y pone a prueba a muchos de los que disfrutamos y amamos el scouting. Instala una guerra civil entre “film vs stats” que no tendrá fin, ni respuesta.
Eficiencia vs volumen
Durante las últimas semanas en los círculos de NBA Twitter se ha establecido un debate muy interesante sobre ¿Quién es mejo, Paolo Banchero y Jalen Williams? Una discusión que plasma perfecto dos escuelas de pensamiento en cuanto al análisis de performances: los jugadores eficientes vs los jugadores de volumen. Jalen Williams tiene menos estadísticas básicas que Banchero, pero le gana ampliamente en eficiencia ofensiva y porcentajes de tiro. Mientras Paolo promedia 23 puntos en 55% de TS, Williams se queda 19 puntos pero en 63% de TS. Banchero tiene responsabilidades que J-Dub no, además de que no juega junto a un candidato al MVP como Shai Gilgeous-Alexander para aliviar la carga. En este caso, Reed Sheppard es Jalen Williams. Un jugador altamente eficiente, pero rodeado de un buen equipo que le permite tomar menos responsabilidades para mantener una dieta de tiro sana y altamente eficiente.
Dentro de su equipo está 4to en USG% con un desalentador 19%. Su bajo volumen de tiro se puede explicar de muchas maneras. Yo quiero remarcar lo positivo; es un jugador disciplinado con excelente selección de lanzamientos. Es una forma vaga de argumentar un bajo volumen ofensivo, pero aplica bien al caso de Sheppard. Vale remarcar, en sus tres juegos con mayor USG%, terminó con un TS% superior a los 60. Señal positiva que su selección de tiro se traslada a mayor exigencia, y que no es todo volumen.
El comodín en ataque
Saquemos los ojos de la planilla y vayamos al film, es hora de desglosar el juego de Sheppard. En ataque tiene dificultades para anotar 1 v 1. Si bien es un buen atleta con capacidades físicas destacadas, carece de la explosividad necesaria para hacerse espacios y crear su propio tiro. Es un jugador muy dependiente del uso de las cortinas. Eso daña mucho su eficiencia interior, ya que no busca atacar tanto el aro en ataque estacionado. También necesita la transición o agarrar la defensa en movimiento para poder desnivelar con sus penetraciones. No siempre logra definir con consistencia allí, y es muy dependiente de su mano derecha. Intenta el 25% de sus lanzamientos cerca del aro con una efectividad del 55%, no son grandes números pero sin dudas es un área donde debe mejorar mucho.
Vale aclarar algo, que más adelante profundizaré; parte de que su volumen de tiros cerca del aro sea tan bajo, es que es un jugador “pass-first”, es decir, busca mucho asistir a sus compañeros. Hay que reconocer que muestra señales positivas de que puede convertirse en un jugador con buena presión sobre el aro por la creatividad que muestra para definir en diversos ángulos, pero todavía tiene mucho trabajo por hacer.
A pesar de que hasta el momento no tiene un ataque al aro fuerte para que le abra oportunidades, Sheppard sigue siendo un gran arma ofensiva gracias al tremendo potencial como anotador exterior. El 54% de sus tiros de campo provienen de más allá de la línea de tres puntos. Y estos llegan con un 52% de acierto en 8.4 intentos por cada 100 posesiones. Además es el tercer jugador con el mejor acierto de tres puntos entre aquellos con al menos 8 triples/100 posesiones intentados. Si reducimos la lista a jugadores de primer año, Reed está cómodamente primero. Es más, si bajamos el nivel de exigencia en la búsqueda a cinco intentos en lugar de ocho, el de Kentucky también se encuentra en primer lugar entre freshman y top 5 en toda la nación. Gracias a nuestro querido Barttovik también vamos un paso más allá; desde 2008, Reed Sheppard tiene el segundo mejor porcentaje de tres puntos entre jugadores de primer año con al menos ocho intentos por cada 100 posesiones, por detrás de Markus Howard en 2017 (12.4 3p/100 - 54.7%). La conclusión es bastante sencilla, mires por donde lo mires, Sheppard es uno de los mejores, sino el mejor, prospecto tirador en la NCAA de los últimos años.
Lo mejor de su arsenal tirador es que los puntos llegan de diferentes maneras, y siempre logra mantener un nivel de eficiencia elite. En lanzamientos a pie firme lanza para un 54%, cuando juega el pick and roll y tira tras la cortina, encesta en un 56%. En ataques en transición lo hace en un 58%, y desde el pique vivo lanza 52%. Es simplemente maravilloso la cantidad de argumentos que maneja, y como mantiene la línea una línea de rendimiento altísima.
Un pasador cerebral
Sheppard es un jugador con un alto grado de conectividad con sus compañeros. Es un excelente pasador que procesa el juego con rapidez y a muy alto nivel. A pesar de no estar entre las primeras opciones de Kentucky, lidera al equipo en asistencias totales con 100 (el 23% del total del equipo), y en asistencias por juego con 4.2. Es un caso similar a lo que escribí previamente sobre Cody Williams. No es el pasador más vistoso ni “mágico”, pero es alguien que ejecuta en momentos indicados, y lee con rapidez el juego, lo que le permite encontrar compañeros desmarcados antes que la defensa recupere la referencia. Destaco mucho su habilidad para pasar en transición y sacando el contraataque rápido. Kentucky es uno de los mejores equipos en transición de la NCAA y Sheppard es gran responsable de ello.
Lo mencioné antes como una aclaración, y ahora toca profundizar. Sheppard tiene un volumen bajo de tiros cerca del aro, porque la gran mayoría de sus penetraciones son con intenciones pasadoras. Es alguien que ataca el aro de forma mesurada y paciente, dando tiempo a que sus compañeros reacciones a lo que haga la defensa, ya sea cortando al aro por la espalda, o una reubicación para un tiro abierto. Si actúas acorde a lo que da la jugada, Sheppard te va a encontrar.
¿Dónde está en defensa?
Defensivamente también tiene todas las métricas avanzadas soplando viento a su favor. Su impacto en la defensa global de los Wildcats es notable. Cuando él está en cancha Kentucky defiende con una eficiencia de 95 puntos permitidos por cada 100 posesiones. Cuando Sheppard no está en cancha, ese número asciende a los 116 puntos/100 posesiones. Por ser tan buen defensor de equipo, comenzaremos con los detalles “off-ball”.
Alejado del balón muestra gran inteligencia y entendimiento del juego y de las situaciones que la ofensiva rival le presenta. Tiene buen posicionamiento y lectura de las fortalezas de sus asignaciones. Un punto un tanto preocupante, es que tiende a dejar mucho espacio libre a su marca, y si bien llega a contestar el lanzamiento, siempre está un segundo tarde. En NCAA no lo castigan mucho porque tiende a tomar peores tiradores, pero en la NBA difícilmente pueda aportar positivamente a la defensa si deja tanto espacio para sacar el lanzamiento.
Cuando le tocan situaciones 1v1 no logro convencerme de su capacidad para hacerle frente a guardas rápidos y habilidosos. Su falta de fisicalidad lo hace perder en la lucha cuerpo a cuerpo, además de quedarse constantemente trancado en los bloqueos directos. También tiene algunos malos hábitos en el desplazamiento lateral; cruzar los pies es un NO-NO en cualquier aprendizaje de técnica defensiva.
Ahora, ¿Por qué Sheppard es una diva de las métricas defensivas? Simple, tiene mucha producción tangible. Esta temporada promedia 2.5 robos de balón y 0.8 tapas. Si llevamos estos números a ratios, Sheppard es el único jugador en toda la NCAA con al menos 3 BLK% y 4.5 STL%. Si estiramos la búsqueda a los últimos 15 años, Sheppard es uno de cinco en lograr dichos números, compartiendo hito con Matisse Thybulle (x2), Tari Eason, Gary Payton III, Josh Reaves. Como si fuera poco, Reed es el único freshman de la lista.
Ahora toca indagar en esos números, y llegar a las razones por las cuales Sheppard está entre los mejores en mucho tiempo dichas métricas defensivas. Reed tiene una velocidad de manos alucinante, que lo suma a una precisión de cirujano para robar/tapar balones. Vale la pena aclarar, que su número de tapas va más ligado a un vacío legal en la contabilización de los populares “manotazos” cuando el jugador rival va a tirar. De todas formas, es una gran forma de demostrar la capacidad que tiene para ser disruptivo cuando el atacante tiene el balón en manos. La defensa individual de Reed no es mala ni mucho menos. Es un defensor correcto en el 1v1, pero me preocupa su proyección ante atacantes del nivel que se enfrentará en la NBA. Hoy por hoy se salva de muchos puntos permitidos gracias a su reacción con las manos y la capacidad de robar balones. Nada asegura que podrá trasladar esto ante rivales de mayor talento y habilidad.
Sumario
Sheppard es un prospecto fantástico, que lleva a aquellos que osan analizar su juego a una disyuntiva muy necesaria: entender cómo su estilo se traduce en la producción histórica que lleva hasta el momento. Es capaz de jugar con o sin balón, e igualmente tener un impacto sobre el juego. Su tiro es letal y muy diverso. Es un jugador que necesita poco volumen de juego para producir. Aún estando fuera del top 3 USG% de Kentucky, es por lejos el más productivo. Su eficiencia no cae ni en los partidos que toma lanzamientos por encima de su cuota. Necesita mejorar su anotación interior y el volumen de tiros cerca del aro. De todas formas posee buenas herramientas que lo ayudan a impactar el juego de forma positiva. Tiene malos hábitos defensivos que tiene que limpiar si no quiere que sus minutos se vean considerablemente reducidos, pero al mismo tiempo su habilidad de disruptor en el perímetro y en las líneas de pase es difícil de ignorar.
Quien se lleve a Sheppard se lleva un prospecto con un suelo alto, una pieza conectora en ataque y en defensa. Un diamante para pulir como tirador en diversos sistemas y en todo tipo de situaciones. Sheppard encaja en la mayoría de los sistemas ofensivos de la NBA, pero puede brillar particularmente en equipos de ataque rápido y mucho movimiento de balón como Warriors, Kings, etc. No espero que en su año de novato tenga muchas oportunidades como creador primario, más espero que sea un manejador de balón secundario con oportunidades de jugadas para encontrar su tiro.